después de unas semanitas algo ajetreada redecorando la casa (bueno, más bien pintando algunas cosas pendientes) he vuelto con mis queridos macarons. Y esta vez con unos algo exóticos. Primero estuve buscando los dichosos lichis, que prometían unos macarons suaves y delicados, pero sólo los vi en el corte inglés; después de coger uno para probar a qué sabía, me encantó. El problema era que tenia un tito muy grande y una piel dura y rugosa, pero eran una monada. así que no los compré y en otra ocasión los encontré en lata (tipo melocotón en almíbar) y compré una.
Ayer, después de hacer los macarons (de color rosa pálido), abrí la lata y volví a probarlos. Ya no me gustaron tanto....tenían un sabor...raro, dulce pero raro. Pero pensé que mezclados con chocolate blanco, nata y jalea de rosas el sabor mejoraría,y... ¡mejoró!. Hoy los he rellenado y mañana los probaré.
estos son los lichis enteros, sin pelar.
Es una fruta originaria del sur de China.
Y así quedaron de monos!!!
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